Arancha Martínez, emprendedora social, CEO y cofundadora de The Common Good Chain y fundadora y presidenta de It-willbe.org, y María Guerrero, presidenta ejecutiva de Acción por la Música y profesora de Liderazgo en ICADE Business School y en otras universidades, facilitadora en Acumen Academy y conferenciante en foros de innovación social. Ambas están convencidas de la necesidad de implantar un liderazgo ético para conseguir un fundraising integral, más allá del retorno económico que representa la actividad.

Ese va a ser el asunto principal del taller que tanto Martínez como Guerrero van a impartir en el XXI Congreso de Fundraising, que se celebra en Madrid entre el 6 y el 8 de junio. Para Arancha es fundamental “entender y medir las acciones de fundraising mucho más allá del retorno económico, se trata de promover un diálogo con la sociedad, e invitarla a ser parte de nuestras causas”. Abrir ese diálogo, más allá del objetivo de captar fondos, “genera en la audiencia un vínculo muy interesante y relevante para el propio posicionamiento y reputación de la entidad”, afirma la presidenta de It-willbe.org, a lo que Guerrero añade que es necesario un cambio de mentalidad: “Lo primero es tomar conciencia de la necesidad de que la forma en la que sumamos apoyos y reunimos energía social para lograr los avances en bienestar universal que estamos propugnando deben ser coherentes, no es cierto que se pueda construir una sociedad más justa si estamos haciendo a veces lo fácil y no lo correcto, desde ese cambio de mentalidad se pueden hacer muchas cosas y creo que también hay que ser audaces y recuperar la ilusión”.

Por eso, como explican en el podcast Conversaciones sobre Fundraising, en el taller intentarán abrir un debate y un diálogo sobre los dilemas éticos que aparecen a la hora de aplicar el fundraising en el día a día de las organizaciones. “Lo que queremos es encender los motores que llevamos las personas por dentro para poder generar esos micro cambios que son fundamentales para que toda la realidad se transforme”, asegura Guerrero, “es necesario abrir una conversación para poder tomar conciencia de la complejidad y los retos a los que nos enfrentamos para salir fortificados”. Martínez por su parte cree que es una conversación necesaria no sólo a nivel organización sino a nivel sector. “Puede que sea algo tensa en algunos momentos pero es importante mantenerla entre todos los participantes porque nos llevará a un aprendizaje muy importante que ojalá mueva teclas y se traslade a las juntas directivas y los equipos de fundraising de los asistentes”.

Ambas esperan que durante la cita se recojan ideas y herramientas que les permitan sumar entre todos para generar energía social que alimente la solidaridad, en un espacio de reflexión, diálogo y aprendizaje que debe continuar más allá del evento.