La Confianza en el Tercer Sector
Los días 18 y 24 de octubre se celebró el encuentro networking “El Estado de la Confianza en el Tercer Sector: Retos y Oportunidades” en Madrid y Barcelona. Un encuentro organizado por la Asociación Española de Fundraising (AEFr) destinado a analizar los resultados del Barómetro de la Confianza de Edelman, junto a Patricia Ochando, Head of Strategy & Planning.
Los networking de la AEFr, exclusivos para los miembros de la asociación, son un espacio de reunión para los profesionales del Tercer Sector donde se conversa sobre distintos aspectos en los que trabajar para fortalecer el fundraising. En esta ocasión el tema a debate fue la confianza en el Tercer Sector, un asunto que resulta preocupante por la creciente desconfianza que se muestra en los resultados del Estudio del Perfil del Donante y el Barómetro de la Confianza de Edelman.
Situación actual
Como muestran los resultados del Perfil del Donante 2022, la Desconfianza ocupa el segundo puesto en las barreras que impiden la donación, con un 36%, lo que supone una mínima diferencia frente a la barrera económica que ocupa el primer lugar (37%). Las cifras caen 5 puntos desde 2020.
Como explica Fernando Morón director de la AEFr, este Estudio se ha centrado en estudiar sobre todo la relación de los jóvenes con las Entidades No Lucrativas (ENL). Y aunque estos, por lo general, tengan una valoración positiva de las ONG, no se sienten identificados con ellas. Diferentes razones como la falta de transparencia, la poca flexibilidad, la falta de inmediatez, la mala prensa en Redes Sociales o la falta de experiencia, entre otras, son los principales motivos para frenar la colaboración. Frente a esto las organizaciones deben fomentar la confianza y la transparencia, fortalecer la relación e incidir en la comunicación.
¿En quién confía la población?
Por su parte Ochando, Strategy & Planning Director, durante la presentación del Barómetro de la Confianza de Edelman analizaba la evolución de la confianza en las ONG desde el año 2001, momento culmen de la influencia de las ONG, y mostraba cómo la trayectoria de la confianza en el Tercer Sector sufría un gran deterioro a lo largo de los años hasta entrar en el ciclo de la desconfianza y la polarización en 2022 que ha desembocado en el escrutinio hacia la innovación en 2024.
Según el Barómetro,las empresas son las instituciones en las que más se confía en España, seguidas de cerca por las ONG con un 56% y un 53% respectivamente. A nivel general, en las democracias occidentales se aprecia una recuperación de la confianza respecto a 2023 . España en cambio, se mantiene estable. En nuestro país el desequilibrio entre instituciones es patente: las empresas son las únicas en ser percibidas tanto competentes como éticas, aunque en el ámbito global las ONG siguen considerándose entidades competentes.
Un país polarizado
La principal causa y consecuencia de la desconfianza es la polarización. Hay una relación directa entre ambas premisas y la situación se agrava según cómo de dividido esté el país y cómo de arraigada esté la idea de superar la división. En estos términos, España se encuentra severamente polarizado.
En nuestro país el tejido social se debilita y la ideología se convierte en identidad. Sólo un 26% de población ayudaría a alguien con una ideología contraria si lo necesita, un 21% estaría dispuesto a vivir en el mismo vecindario y un 20% lo tendría de compañero de trabajo.
Desde 2023 los temores se vuelven más personales y existenciales, la mayoría de la población se preocupa sobre todo por la pérdida del trabajo o la inflación, seguido de temores sociales como el cambio climático con un 82% y la Guerra nuclear con un 81%. En 2024 un 61% de la población tiene miedo a la desinformación y desconfía de los lideres. La ONG son la institución en la que más se confía como fuente de información frente al gobierno, los medios de comunicación y las empresas. Además, las ENL son consideradas como una de principales fuerzas unificadoras por debajo de los profesores según datos de 2023.
No hay futuro para la innovación
En términos de innovación existe el consenso global en que la gestión es deficiente. La falta de confianza en la gestión perjudica la percepción del avance y hace que nos enfoquemos en la potencial desigualdad que puede acarrear. Pero a la hora de aceptar la innovación se debe demostrar que está supervisada desde una perspectiva no solo científica sino también ética. La confianza para comunicar honestamente la innovación recae en los científicos con un 82%, los pares con un 74% y los expertos técnicos de las empresas, 70%. Los representantes de las ONG apenas suponen el 44%. Por tanto, su rol para construir confianza en la innovación debe ser ayudar a los vulnerables, ayudar a las personas a mantenerse informadas y asegurar un futuro próspero para todos.
Frente a esta situación, Patricia Ochando (cargo) proponía las siguientes medidas para recuperar el papel de las ENL en un mundo en constante evolución. Reivindicar el rol de las ONG en la sociedad como institución de confianza y comunicando de forma inspiradora, convertirse en el brazo ético de las empresas, ser garantes de la veracidad y la transparencia combatiendo la desinformación y asegurar que nadie quede atrás frente a la innovación.
La desconfianza en si no es mala, es un proceso democrático que se vuelve perjudicial bajo un contexto de desinformación. Para generar confianza, según comentaban los profesionales del Tercer Sector que acudieron al encuentro, es necesario promover alianzas entre las ONG y otros actores para trabajar en conjunto en una red más sólida.