Alejandra Queizán, responsable de Patrocinio, Mecenazgo y Programa de Amigos del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza viene a Conversaciones Fundraising con motivo del XXI Congreso de Fundraising. Queizán ha tenido que emplearse a fondo para sacar adelante uno de los últimos proyectos que ha llevado a cabo el museo, relacionado con la salvaguarda del arte ucraniano: la exposición “En el ojo del huracán. Vanguardia en Ucrania, 1900-1930”, abierta hasta el 30 de abril. Para ello ha tenido que sortear muchos obstáculos, como el de la captación de fondos para una muestra que no contaba con presupuesto asignado. “Ha sido un reto muy estimulante que tenía un fin no sólo bonito sino necesario, la idea de salvar los cuadros, sacarlos de Ucrania, donde estaban bombardeando las ciudades, y poder recoger ese patrimonio, itinerar fuera del país y al mismo tiempo poner en valor la cultura ucraniana”, explica. 

De todo ese proceso va a hablar en su ponencia en el XXI Congreso de Fundraising que se celebra en Madrid entre el 6 y el 8 de junio, ahondando en cómo se creó una estrategia de captación de fondos desde cero. “Ha sido un trabajo sobre todo en equipo, ha estado implicado todo el museo, desde conservación pasando por registro, seguridad, y por supuesto desde la parte de captación de fondos” afirma. Una parte en la que han jugado un papel fundamental los grandes donantes y las fundaciones privadas, “absolutamente imprescindibles” a su juicio, ya que “las instituciones públicas a veces no tenemos mucho margen de acción, y las empresas y entidades privadas sí tienen mucha más capacidad de reacción e improvisación. En nuestro caso, sacaron presupuesto de donde no lo había. Otro tema imprescindible es que las instituciones han sido compañeros de viaje, lo que para mí ha sido la clave del éxito de la estrategia de captación de fondos para la exposición”, explica Queizán.

Por eso, como explica en el podcast Conversaciones sobre Fundraising, uno de los aspectos más importantes para impulsar el fundraising cultural “pasa por la colaboración público-privada, que es la única manera de conseguir que la cultura pueda avanzar. Y también por la colaboración entre instituciones, crear una red de comunicación que, por ejemplo, congresos como éste hacen que se consiga, es algo muy importante porque al final nosotros remamos juntos hacia un objetivo común, que es el de difundir la cultura a toda la sociedad”.

Además de contar la experiencia de la exposición, Queizán ofrecerá a los fundraisers que participen en su taller del XXI Congreso de Fundraising, algunas herramientas inspiracionales para crear sus propias estrategias. Desde lo que supone la autofinanciación para un museo o qué tipo de ingresos se pueden generar hasta profundizar en el planteamiento de la estrategia para la captación de fondos y la importancia de la marca, en su caso Thyssen, imprescindible para hacer la recaudación para la exposición sobre Ucrania, y el análisis de los resultados.