En nuestras #ConversacionesSobreFundraising, José Antonio Ritoré, director ejecutivo de Change.org en España, nos explica que el impacto que ha tenido el confinamiento en el uso de esta herramienta ha sido enorme. Desde que hace dos meses dejamos de poder manifestarnos en la calle las cifras de peticiones y firmas en la plataforma han aumentado de forma notable. Si, de media, se producían unas 600 o 700 peticiones semanales, han llegado a registrarse 4.000 peticiones a la semana y se multiplicó hasta por 4 el número de firmas en el momento más crítico: a finales de marzo y principios de abril.

Los ciudadanos encontraron en Change.org una forma de hacer llegar su opinión a las autoridades. En este sentido, José Antonio Ritoré nos explica que las peticiones relacionadas con el COVID-19 se iniciaron en España antes incluso de que llegara la pandemia a nuestro país. Entre ellas, por ejemplo, cabe citar la de un grupo de españoles solicitaba la repatriación de sus familiares en China a finales de enero.

Una vez que se declaró el Estado de Alarma las peticiones en la plataforma se concentran sobre todo en torno a tres grandes temas:

• Protección de los sanitarios que en ese momento estaban cuidando de los pacientes, en primera línea y carecían de Equipos de Protección Individual.
• Protección económica, especialmente a autónomos y pymes: Se llegaron a recoger 1.200.000 firmas reclamando medidas urgentes de ayuda económica a estos colectivos.
• Condiciones de vida: A medida que cedía la emergencia sanitaria, se iniciaron peticiones a favor de relajar ciertas medidas del confinamiento. Una de las que recabó mayores apoyos y atención mediática fue la de la psicóloga Heike Freire que pedía que se dejara salir a pasear a los niños. Llegó incluso a aparecer en un artículo en The Guardian.

“En España se producen dos victorias cada día a través de Change.org” nos explica José Antonio Ritoré, “en el mundo, más de una cada hora”. Son ciudadanos que consiguen los objetivos que se habían propuesto a través de su campaña de recogida de firmas. Pero al equipo de esta plataforma digital lo que más le emociona es cuando, además, detrás de esa lucha hay historias tan conmovedoras como la de José Luis Jordana, que logró un gran apoyo a nivel de firmas mucha y atención mediática. Denunciaba los abusos que se estaban produciendo en los costes funerarios de las víctimas del COVID-19 y consiguió que el Gobierno prohibiera a estos servicios subir los precios, y que mantuvieran los vigentes a fecha 14 de marzo.

“Las personas no son conscientes de la herramienta de empoderamiento que supone esta plataforma”. Es la manera, nos explica el director ejecutivo de Chanche.org, de dar voz a la gente para promover cambios. Cada semana aparecen nuevas historias. Con la desescalada, el volumen y el perfil de peticiones está variando mucho. La conciliación se abre paso ahora que el teletrabajo convive con los más pequeños en los hogares españoles, junto a medidas más específicas para la España vaciada, una desescalada también para los sanitarios… etc. Destaca también la campaña iniciada por el Club de las Malasmadres #EstoNoEsConciliar, que exigen medidas urgentes para conciliar con niños en casa.

Aunque la plataforma está inicialmente pensada para individuos, Change.org ha sido y es una herramienta muy útil para organizaciones, como NESI Global Forum que ha iniciado una campaña de activismo para promover su llamado Plan A por una economía para la vida.

José Antonio Ritoré anima a todas las entidades, especialmente aquellas que cuentan con menos capacidad para hacerse oír en el ámbito digital, a utilizar la capacidad de Change.org como altavoz para lograr todos esos cambios que necesitamos ahora más que nunca.