La Inteligencia Artificial (IA) ya está transformando distintos sectores, y el Tercer Sector no es una excepción. Para las ONG, que a menudo trabajan con recursos limitados y buscan maximizar su impacto, la IA puede ser una herramienta clave para automatizar tareas, optimizar estrategias de captación y mejorar la relación con donantes y beneficiarios.

¿Qué es la IA?

La Inteligencia Artificial es un conjunto de tecnologías que permiten a las máquinas analizar datos, aprender patrones y apoyar la toma de decisiones. A través del uso de algoritmos avanzados, la IA puede procesar grandes volúmenes de información y facilitar tareas que, de otro modo, requerirían una gestión manual más intensiva.

En las ONG esto se traduce en la posibilidad de optimizar gestiones administrativas, personalizar la comunicación y mejorar la toma de decisiones con información basada en datos.

Tipos de herramientas de IA

• Chatbots y asistentes virtuales: Mejoran la atención al usuario al resolver dudas y proporcionar información inmediata.
• Herramientas de análisis de datos: Facilitan la recopilación y el análisis de información para la toma de decisiones estratégicas.
• Plataformas de automatización de marketing: Permiten segmentar y personalizar mensajes para mejorar la captación y fidelización de donantes.
• Software de predicción de tendencias: Ayuda a anticipar cambios en el comportamiento de donantes y en la evolución de necesidades sociales.
• Herramientas de reconocimiento de imágenes y voz: Aplicadas en proyectos humanitarios para identificar personas en riesgo o analizar información en tiempo real.
• Generadores de contenido con IA: Herramientas como ChatGPT o Jasper AI ayudan a crear textos para campañas, informes y materiales de comunicación, agilizando la producción de contenido.
• Geolocalización y respuesta a emergencias: Sistemas de IA que analizan datos geoespaciales para identificar necesidades en tiempo real, mapear zonas afectadas y coordinar ayuda humanitaria de manera más eficiente.

¿En qué nos puede ayudar la IA?

a) Personalización avanzada

Uno de los mayores retos de las ONG es conectar de manera efectiva con sus audiencias. La IA permite analizar el comportamiento y las preferencias de donantes y beneficiarios, personalizando los mensajes para mejorar la conversión y fidelización. Sin embargo, su efectividad depende de la calidad de los datos y la supervisión humana para garantizar que los mensajes sean relevantes y respetuosos con la relación con el donante.

b) Recopilación y análisis de datos

Las ONG manejan grandes volúmenes de información sobre beneficiarios, donantes y voluntarios. La IA puede procesar estos datos de forma rápida y precisa, detectando patrones y tendencias útiles para la toma de decisiones estratégicas.

c) Automatización de tareas

Muchas tareas administrativas consumen tiempo y recursos. La IA permite agilizar procesos como la gestión de donaciones, la emisión de recibos fiscales, el envío de recordatorios y la segmentación de bases de datos.

Además, herramientas de generación de contenido con IA pueden ayudar a crear textos para campañas y materiales de comunicación de forma eficiente.

Esto libera tiempo para que los equipos puedan enfocarse en acciones estratégicas y de mayor impacto.

d) Optimización del proceso de captación de fondos

El fundraising es clave para cualquier ONG, y la IA puede mejorar cada etapa del proceso de captación. Desde la identificación de donantes potenciales hasta la optimización de campañas, las herramientas de IA permiten afinar estrategias y mejorar los resultados.

e) Identificación de donantes potenciales

Encontrar nuevos donantes es un desafío constante para las ONG. La IA puede ayudar en este proceso analizando datos y patrones de comportamiento para identificar personas con alta afinidad hacia una causa.

Algunas formas en las que la IA facilita esta tarea:
• Análisis de bases de datos internas: Identifica patrones en los donantes más comprometidos y sugiere perfiles similares en la base de datos de la ONG.
• Uso de modelos predictivos: Algoritmos de machine learning pueden determinar qué personas tienen mayor probabilidad de convertirse en donantes recurrentes.
• Análisis de datos externos: La IA puede analizar tendencias de búsqueda e interacciones en plataformas públicas para detectar intereses alineados con la misión de la ONG.

En redes sociales, la IA no accede a datos privados, pero puede analizar contenido público como hashtags, menciones o interacciones con campañas solidarias para identificar audiencias potenciales. Sin embargo, es importante que las ONG se aseguren de que este uso respeta la privacidad de las personas y está alineado con principios éticos de captación de fondos.

f) Predicción de tendencias

El comportamiento de los donantes y las necesidades sociales están en constante evolución. La IA puede analizar datos históricos y en tiempo real para anticipar cambios y ayudar a las ONG a adaptar sus estrategias a nuevos desafíos.

Además, el uso de IA en geolocalización y análisis de datos geoespaciales puede facilitar una respuesta más efectiva en crisis humanitarias y emergencias.

Aunque la IA puede detectar patrones de comportamiento, su capacidad predictiva depende de la calidad de los datos y de la estabilidad del contexto. En crisis humanitarias, por ejemplo, la IA podría analizar datos de crisis anteriores para prever respuestas de los donantes y ayudar a diseñar estrategias de captación más efectivas.

Limitaciones y consideraciones éticas en el uso de la IA en las ONG

A pesar de sus beneficios, la IA también plantea desafíos técnicos y éticos que las ONG deben analizar y gestionar de forma responsable.

Dependencia de datos de calidad

La IA es tan precisa como los datos con los que se entrena. Si estos son incompletos o sesgados, las predicciones pueden ser erróneas o discriminatorias. Es fundamental revisar y mejorar continuamente la calidad de los datos para que sean representativos.

Protección de la privacidad y cumplimiento normativo

Muchas herramientas de IA requieren el uso de datos personales. En la UE, el uso de IA en la gestión de datos debe cumplir con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), garantizando la privacidad de donantes y beneficiarios.

Sesgos en los modelos de IA

Los algoritmos pueden perpetuar sesgos sociales y económicos. Auditar y ajustar los modelos es clave para garantizar que las decisiones sean justas e inclusivas.

Equilibrio entre automatización y factor humano

Si bien la IA optimiza procesos, no puede reemplazar el criterio humano en decisiones estratégicas o sensibles.

IA como herramienta para potenciar el trabajo humano, no para reemplazarlo

El impacto de la Inteligencia Artificial en el ámbito laboral es innegable. Si bien se presenta como una herramienta para complementar el trabajo humano, su uso también puede llevar a la automatización de ciertas tareas e incluso a la reducción de algunos puestos. Por ello, más que temer a la IA, es fundamental aprender a integrarla estratégicamente para maximizar su beneficio sin perder el valor del factor humano.

Para lograrlo, las ONG pueden:
• Automatizar tareas repetitivas como la gestión de correos o la clasificación de datos, permitiendo que los equipos se enfoquen en la parte estratégica y relacional.
• Utilizar la IA para el análisis de datos y la toma de decisiones informadas, reduciendo la dependencia de procesos manuales.
• Incorporar IA en la personalización de campañas y captación de fondos, asegurando siempre la supervisión humana para mantener la empatía y coherencia con la misión de la organización.

La IA no debe sustituir el trabajo humano, pero sí puede ser una aliada clave para aumentar la eficiencia y mejorar la toma de decisiones. Desde la automatización de tareas hasta la optimización del fundraising, su integración bien gestionada permite a las ONG mejorar su efectividad sin deshumanizar su labor.

Cuanto antes aprendamos a trabajar con estas herramientas, más control tendremos sobre su impacto y menos vulnerables seremos a que otros tomen esa decisión por nosotros.