Llamadas contra el silencio
Albert Quiles, director Gerente de la asociación Amigos de los Mayores, nos ha relatado en nuestras Conversaciones sobre Fundasing lo difícil que está siendo esta crisis para el colectivo en el que centran su actividad. Desde el 13 de marzo, como parte de la campaña #Llamadascontraelsilencio, los voluntarios de la asociación están realizando más de 4.000 llamadas semanales a 2.000 personas de Aragón, Cataluña, Comunidad Valenciana y Comunidad de Madrid.
Al ser una generación que no domina, en general, la tecnología, el teléfono se ha convertido en el mejor aliado para hacerles llegar, a través de las palabras, todo el cariño que de forma habitual esta entidad les transmite con gestos, con abrazos… Los voluntarios que realizan las llamadas reciben una formación específica, cursos y apoyo emocional para hacer frente a las situaciones de tristeza, aislamiento o desesperanza que pueden encontrarse.
En la web de la asociación están también disponibles algunas indicaciones, en forma de guía, para ayudar a todos aquellos que, durante estos días, están realizando estas llamadas de acompañamiento a familiares y conocidos.
Materiales y procedimientos como estos están facilitando, además, la colaboración de las empresas. Albert Quiles se muestra gratamente sorprendido de cómo, en esta crisis, muchas personas e instituciones se están volcando en ayudar a los mayores. Se están incrementando las actividades de voluntariado corporativo, tanto para realizar llamadas como para detectar personas que necesitan ese apoyo.
La crisis, en cierta medida, está dando mayo visibilidad a un problema contra el que la asociación Amigos de los Mayores lleva luchando desde 1987. En los últimos años se ha ido incrementando la soledad de los mayores a los que se castiga también con el “edadismo”, la discriminación por su edad. Albert Quiles defiende la necesidad de construir una nueva forma de relacionarnos, como sociedad, con nuestros mayores. Estas generaciones, que fueron especialmente castigada en el pasado -vivieron la guerra civil, la postguerra- debe ahora recibir un trato más justo.
El valor de lo colectivo está quedando más patente que nunca en acciones conjuntas como los aplausos de agradecimiento a los sanitarios. Este espíritu, estas nuevas formas de relacionarnos deben ayudarnos a construir esa sociedad que resurgirá en cuanto acabe esta crisis.