De la noche a la mañana, como todos nosotros, el Museo Thyssen Bornemisza, recibió la noticia de que debía cerrar sus puertas. Rápidamente, creó un comité digital y se puso manos a la obra para ofrecer a sus públicos la oportunidad de seguir conectados a una incomparable colección que abarca ocho siglos, del XIII al XX. Cada día, a través de la web y las redes sociales, el Museo ha ido ofreciendo contenido nuevo, de muy diversa índole, para dar apoyo a los ciudadanos y facilitar que durante el confinamiento no suponga un cierre de puertas al conocimiento y la cultura.

En nuestras #ConversacionesSobreFundraising el director gerente del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Evelio Acevedo, comparte con nosotros sus reflexiones acerca de esta crisis. La colección Thyssen está cargada de ejemplos de los grandes errores y de los grandes aciertos de la humanidad y nos anima a repasarla haciendo también una lectura crítica sobre nuestra situación actual, porque la crisis debería ayudarnos a reflexionar acerca de lo que es importante, qué hemos desatendiendo y a qué deberíamos darle prioridad.

En ese sentido, el Museo Thyssen ha trabajado para que la cultura se haya podido manifestar como lo que es “una vía para disfrutar y para seguir aprendiendo y descubriendo, incluso sin salir de casa”. Acevedo espera que “todo esto haya servido, en cierta medida, para darnos cuenta de la importancia que tiene la cultura. Nos ayuda a ser mejores personas, a vivir en una sociedad mejor: más equilibrada y más justa”.

Con este período de crisis que ya hemos vivido, y con lo que aún nos queda por delante, el máximo responsable del centro espera poder seguir contando con el apoyo de sus socios, tanto en lo económico como en el de desarrollo de proyectos, así como de los Amigos de Museo, que suponen un gran soporte para la entidad. Sin embargo, cree que el futuro próximo del fundraising cultural se presenta complicado: “Parece que no será el mejor momento. Surgirán necesidades sociales, y aunque la cultura también lo es, habrá otras prioridades, cuestiones más básicas que atender. Mucho me temo que la cultura pasará a un segundo plano y se verá afectada.”

En todo caso, después de una etapa muy crítica, empezamos a vivir la desescalada y el Museo Thyssen trabaja ya en su próxima reapertura. La vuelta al entorno habitual de trabajo y los visitantes físicos son sin duda importantes, pero el centro tiene muy claro que los avances en el mundo digital son un recorrido que no tiene marcha atrás.

Su plan estratégico ya incluía una ambiciosa proyección digital que no solo consiste en la transformación de parte del material sino en repensar desde ese nuevo código. La inercia de estos dos meses de confinamiento servirá para dar mayor importancia este tipo de contenido y llegar más lejos en su difusión.

La reapertura física, seguramente se producirá en junio, a la espera de confirmación del Ministerio de Cultura. La exposición Rembrandt y el retrato en Ámsterdam, 1590-1670, que se inauguró el pasado 18 de febrero, previsiblemente, se extenderá hasta el 30 de agosto, aunque deba limitarse en aforo de acuerdo con las medidas que establezcan las autoridades sanitarias. También se podrá visitar la exposición Hiperrealismo 1967-2012, entre otras.

Para concluir, Evelio Acevedo anima a todos los públicos a realizar una primera visita virtual para contrastar la experiencia, tan pronto como sea posible, con una visita presencial.