Storytelling : La importancia de crear historias en Fundraising
El Storytelling convierte a los socios y donantes en parte de las causas para las que trabajan las entidades no lucrativas.
El Storytelling es el arte de contar historias para alcanzar objetivos, como la construcción de marcas, la venta de productos o la captación de fondos. Se basa en los principios, técnicas y recursos de la narrativa literaria, pero se diferencia de la misma por la necesidad de encajar las historias en el contexto de un discurso que puede ser de imagen, relacional o transaccional.
Dentro de las campañas el Storytelling aporta carga emocional, despierta la intención del receptor y facilita la inteligibilidad. Esto se debe a nuestra condición de seres narrativos, en los social, siempre estamos contando y escuchando historias y en lo individual nuestro cerebro transforma la realidad en un relato para darle sentido.
Dentro del fundraising, el Storytelling puede sernos útil en la exposición de problemas, la explicación de nuestra misión, la descripción de posibles soluciones y también para su uso en los preámbulos de campañas de captación y en las campañas de fidelización.
La importancia de empatizar, para participar
Pero para que este relato sea creíble debe incorporar no solo hechos, sino situar a los receptores en un marco temporal, visual, y con elementos sensoriales que evoquen a la emoción. Su intención es crear una realidad alternativa de la que cualquiera pueda formar parte, pasando de ser lector a testigo o participante activo.
Estos discursos tienen que ser breves. Por lo que exigen economía de palabras y recursos, pero sin arriesgar la verosimilitud y la coherencia interna, las condiciones necesarias de todo relato.
Los elementos fundamentales que deben aparecer para construir correctamente este discurso, son los personajes, la situación, la trama, las descripciones y los diálogos.
Construir una breve historia
El lector se introduce en la historia a través del personaje, Es el origen de la narración y su motor, por lo que es importante que empatice con él. Para ello hay que definir su situación, la circunstancia especial que determina el conflicto o su necesidad de actuar. El relato funciona mejor según sea de interesante esta situación.
La trama es la cadena de hechos que suceden a lo largo del relato. Debe ser sencilla, por lo que no es necesario ajustarse a una estructura narrativa. Algo que funciona muy bien es cuando aparece una voz ajena a la historia que enseña la solución al conflicto que se plantea.
Las descripciones sitúan al lector en el espacio, el tiempo y lo sensorial. Con el mínimo de recursos posibles hay que lograr que el espectador pueda percibir lugares, momentos y sensaciones. Solo así se trasladará al mundo recreado, y solo así vivirá lo que vivan los personajes.
Por último, el diálogo es una herramienta excelente para caracterizar a los personajes con pocas palabras. Es importante que sea verosímil y que aporte algo sobre los personajes.
De sensaciones a acciones
Estos elementos junto con la brevedad, la sencillez y la carga emotiva consiguen que el lector se sienta parte de la historia y empatice con las causas. Pero para que la campaña sea realmente efectiva, no podemos olvidarnos de añadir la llamada a la acción. Para que el mensaje no se quede solo en un cúmulo de sensaciones, sino que también se transforme en la acción que buscamos debemos cerrar nuestro storytelling con una petición que equivaldría a esa solución al conflicto que hemos planteado en nuestra historia.